Procedente de platos turcos, griegos y de próximo oriente, la pasta filo o también llamada masa filo, se trata de un tipo de masa empleada en gastronomía caracterizada principalmente por su delgadez siendo de esta forma casi traslúcida.
La pasta filo está hecha harina de trigo, aceite, agua, y algunas gotas de vinagre blanco o raki, típico de Grecia.
Usada en platos de repostería tanto salados como dulces, esta necesita para su preparación cierta destreza y tiempo. Por lo general, aunque habiendo excepciones, las hojas de masa suelen ser redondas pudiendo llegar a ser muy grandes, gracias a que estas son extendidas con la ayuda de un palo fino y de gran longitud sobre una mesa o superficie plana.
En su proceso de elaboración, a la vez que es amasada para darle la forma deseada, esta debe ser constantemente espolvoreada con harina entre capa y capa para evitar de esta forma que la masa pueda romperse o desgarrarse.
Entre los principales platos para los que se puede emplear la pasta filo, encontramos algunos como el brik, típico de Argelia, Tunicia o Marruecos, la bougatsa griega o el gözleme turco.
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| fuente: gozleme |
Actualmente podemos encontrar este tipo de alimento en la mayoría de establecimientos alimentarios, puesto que desde los años 1970 esta es elaborada mecánicamente y de forma industrial, por lo que la podemos adquirir fresca o congelada en la mayoría de tiendas y supermercados.
El precio del alimento en cuestión no es demasiado elevado, por lo que es
bastante asequible para poder realizar cualquier tipo de receta en cualquier
momento de forma fácil y sencilla, pudiendo incluso fantasear inventando
recetas nuevas y apetecibles.
En las siguientes entradas pondré a vuestra disposición distintas recetas para las cuales puede ser empleada la pasta filo para preparar y cocinar ricos alimentos de forma fácil y sencilla.
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